Con la independencia de la marca CUPRA han aparecido nuevos modelos, tanto para el día a día como para el mundo de la competición. En esta ocasión vamos a centrarnos en su nueva creación totalmente eléctrica para las carreras, el CUPRA e-Racer, el primer turismo de carreras 100% eléctrico del mundo, cuyo diseño se ha basado en el SEAT Cup Racer de gasolina.

Con este modelo, la marca se ha marcado un reto muy ambicioso: reinventar el mundo de las carreras. CUPRA  hereda las aportaciones que la marca SEAT ha realizado al mundo de la competición automovilística durante más de 40 años, sin dejar de ser conscientes de que el futuro de las carreras pasa por sistemas de propulsión alternativos, como es el caso del modelo que os traemos hoy.

Gracias al arduo ejercicio de diseño y aerodinámica, este coche es capaz de alcanzar los 100 km/h en solo 3’2 segundos y, lo más chocante, emitiendo solo un leve zumbido. Toda una nueva experiencia de conducción que anticipa el futuro de la competición de las cuatro ruedas.

Además de utilizar una energía mucho más limpia y respetuosa con el medio ambiente, el CUPRA e-Racer cuenta con un rendimiento asombroso, quizás incluso mayor al de un coche de competición convencional debido, principalmente, al enorme par motor que genera su motor eléctrico, que le permite acelerar de 0 a 200 km/h en 8,2 segundos y superar los 270 km/h de velocidad punta.

Estas impresionantes prestaciones se obtienen gracias a sus cuatro motores eléctricos que ofrecen en total una potencia de 500 kw (680 CV). El par motor ofrece un impresionante empuje, como buen eléctrico, con hasta 960 Nm de par máximo.

Para ofrecer toda esta potencia, el CUPRA e-Racer se alimenta de 6.072 pilas, incluidas en el interior de 23 módulos, en los que cada uno alberga 264 pilas, que pesan, en total, 450 kg. Por ello, su colocación es clave para conseguir el mejor reparto de pesos y el centro de gravedad más bajo posible. La batería del e-Racer tiene una capacidad equivalente a las de 9.000 teléfonos móviles conectados al mismo tiempo. Un total 65 kWh de capacidad de la batería y un voltaje máximo de 772 V, son la fuente de energía de este vehículo. Y lo mejor de todo, para recargar completamente sus baterías se necesitan tan solo 30 minutos.

Los motores van situados en la parte posterior del e-Racer, dos para cada una de las ruedas del eje trasero. Dispone también de un sistema de control vectorial del par motor, que hace las veces del diferencial autoblocante, para permitir que el piloto adapte en cada momento el par motor de la rueda interior y la exterior a la curva y conseguir así el máximo rendimiento en todo momento.

Y a modo de conclusión, caben destacar que este tipo de coches de competición ofrecen numerosas ventajas, como que los motores eléctricos son mucho más sencillos y requieren mucho menos mantenimiento, y lo que es más importante, son más eficientes. Utilizan prácticamente toda la energía suministrada, mientras que los motores de combustión solo utilizan, en el mejor de los casos, el 30 % de la energía del combustible. Además, la propia energía cinética creada se aprovecha para recargar las baterías en las fases de frenado y desaceleración. Y la ventaja más importante: el par motor máximo de los coches eléctricos se obtiene en el momento en que se pisa el acelerador, con independencia de las revoluciones del motor.

A lo largo de 2018, el CUPRA e-Racer se expondrá en diferentes acontecimientos deportivos y, en 2019, llegará a las Series e-TCR.

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