Hispano Suiza, la marca española que rivalizaba con Rolls Royce, vuelve al mercado. Esta vez, lo hará con un «supercar» eléctrico que será presentado en el salón de Ginebra. Como dato, añado que no es la primera vez que Hispano Suiza presenta un automóvil en un salón. Ya lo hizo en el 2000 con el prototipo HS21, y en 2001 y 2002 con el K8 y el HS21-GTS.

Hispano Suiza tenía un pasado antes de su formación en 1904. A causa de los altos costes de los prototipos y la falta de inversión para maquinaria, la compañía cayó en 1904. Es aquí cuando cambia el rumbo. Francisco Seix, contacta con su amigo Damián Mateu para que se hiciera cargo de la compañía.

El problema estaba en la falta de financiación, Francisco Seix lo tenía claro. Tras un estudio de viabilidad, en 1904 se formaba Hispano Suiza. Junto a Francisco Seix, se encontraban Damián Mateu como Presidente y el ingeniero suizo Marc Birkigt ya presente en la empresa anteriormente. Por ese motivo, viene el nombre Hispano Suiza.

La calidad, la fiabilidad y la tecnología de los automóviles Hispano Suiza alzaron a la firma a lo alto. El ingenio innato de Marc Birkigt, le llevó a ganarse cierta fama y admiración con sus motores bicilíndricos con cajas de cambios de 4 relaciones. La acogida fue muy buena, se consiguieron vender algunas unidades. Pero sólo era 1904, y Marc ya estaba pensando más allá. Al mismo tiempo, siguió desarrollando un motor de 4 cilindros y dos árboles de levas con 14 CV, pero el problema siempre es el mismo, el dinero.

Tras la formación de la empresa, y la entrada de capital, Marc pudo continuar desarrollando sus proyectos y acabando los modelos que habían quedado en mitad del proceso de fabricación. En 1904, se vendieron los primeros coches con el nombre de Hispano-Suiza con 14 CV y 20 CV.

Motivos del éxito

Un motivo se debía a que los Hispano Suiza se vendían como coches de lujo, solo se entregaba el chasis y el motor. Esto creaba infinidad de combinaciones, y era cuestión del propietario poder decorarlo a su gusto en cualquier carrocero.

La innovación, la calidad y la fiabilidad de los Hispano Suiza, también hizo que fueran considerados como coches de lujo. La creatividad de Birkigt también impulsaba la marca. Birkigt registró el chasis acorazado, con el que se conseguía que el conjunto motor y caja de cambios, estuvieran introducidos en el chasis a la perfección. Todo estaba aislado, y se evitaba la introducción de piedras y barro en el habitáculo.

«Ponte en situación, ¿si fueras un Rey, o pertenecieras a la clase alta del 1900, te gustaría llevar tus zapatos manchados de polvo y tierra? «

Imagen de un Hispano Suiza H6C

Con lo del Rey no iban mal encaminados, y es que si quieres hacer algo bien, hazlo desde el principio. Aquí está el otro motivo del éxito. Quizá fue la casualidad, pero el mismísimo Rey Alfonso XIII, se interesó por el modelo de 20CV. La historia cuenta que mientras se dirigía a Sagunto, en la caravana Real, un coche lo adelantó fácilmente. Pero eso no podría ser, «Quién tiene derecho a adelantar al Rey», su interés fue tal, que en 1906 se le hizo entrega de uno. También se comenta que adquirió acciones de la empresa.

» Si el Rey lleva un Hispano Suiza, serán muy buenos pensarás. Pues no estás equivocado, porque así pensaría la gente» 

Todo iba sobre la marcha, Hispano-Suiza estaba comenzando a ser valorada, el Rey era accionista, por lo que por un lado garantizaría un buen «ver». En conclusión, las decisiones estaban siendo la adecuadas. Interesaba codearse con las altas clases, por lo que una estrecha relación con el Rey y la monarquía ayudaría a distribuir el producto en la alta sociedad. Un hecho con el que ahora entendemos cómo pudo llegar a competir con Rolls Royce años después.

Hacerse un nombre en las carreras es importante

En 1907 se fabricó el primer automóvil de 6 cilindros, con muy buenas prestaciones 60/75 CV y 120km/h de velocidad máxima. La buena publicidad del Rey, por un lado, y su comienzo en las competiciones con victorias frente a Mercedes, Mors y otros fabricantes, seguían impulsando a la compañía.

Las sucesivas victorias llamaban aún más el interés del Rey. Alfonso XIII, incluso pidió que se le fabricara un coche para él basado en los coches de las carreras. Al coche se le denominó «Alfonso XIII» y alcanzaba altas velocidades.

Hispano Suiza Alfonso XIII

Además, en 1910 los modelos de competición salieron victoriosos en las carreras con más influencia, el Grand Prix de Oostende y Boulogne. Estas victorias, junto al creciente número de pedidos del coche «Alfonso XIII», hicieron que se tuviera que realizar otra nueva fábrica para complacer a la demanda. El destino elegido fue París. ¿Por qué?. Francia, casualmente estaba más desarrollada que España. Las materias primas y la fabricación eran más eficientes, baratas y rápidas. Esto hizo que en solo unos años la producción en París ya fuera superior a la de Barcelona, así que finalmente, se situó la fábrica en París.

La primera Guerra Mundial

En 1914, estallaría la Segunda Guerra Mundial, y comenzarían a fabricar armamento para el ejército. Finalmente, se vió obligada a cerrar la fábrica, trasladándose de nuevo a Barcelona. En la competición las victorias seguían acumulándose, primero con el apodado «La sardina», con el que se batió el record de velocidad media. Alfonso XIII era un fanático del automovilismo, competía, y salió vencedor en la Cuesta de las Perdices.

La Guerra también provocó que Hispano Suiza acabara fabricando motores de avión para los aliados. El ejército se dio cuenta que los motores fabricados por Hispano Suiza superaban a los que anteriormente tenían. Marc Birkigt había introducido la tecnología de la competición en la aviación. Los motores estaban basados en el mando directo. Simplemente se basaban en situar el árbol de levas encima de las válvulas. Los motores producían 140 CV y estaban movidos por 8 cilindros en V. Además, el bloque estaba fabricado en aluminio, lo que ahorraba peso. Imprescindible tanto en la automoción como en la aviación.

Los buenos resultados en la Guerra aumentaron la demanda aún más, pero la imposibilidad de abastecer tal demanda hizo que la empresa tuviera que vender las licencias de fabricación a otros países. Se fabricaron en torno a 50.000 motores.

Quién lo iba a decir, pero la Guerra tuvo otro papel en Hispano Suiza.

Por un lado la muerte de Georges Guynemer, piloto de aviación de la escuadrilla de las cigüeñas formaría el emblema de la marca. Apareciendo por primera vez en el capó de un Hispano Suiza en el salón del automóvil de París. El afortunado era un H6B.

Hispano Suiza H6B

Por otro lado, el éxito en la Guerra aumentó el capital de la compañía. La guerra hizo que Marc Birkigt adoptara algunas de las tecnologías desarrolladas en la aviación en la serie H6B. La servoasistencia fue una de las novedades mundiales, y los principales fabricantes se mataban por conseguir la licencia. El H6B alcanzaba los 150 km/h y estaba formado por un 6.6 L con 6 cilindros en línea, derivado de los bloques de aviación V12.

El H6B fue aligerado y se hizo una versión con un motor 8 litros. Con el que se ganó la Copa Georges Boillot en Boulogne en 1922. Del H6B se desarrolló el H6C con 195CV, protagonista de la victoria ante Stutz. M. Moskovich, director de Stutz Motors. Stutz pensaba que ningún modelo europeo sería capaz de batir a su Stutz Black-Hawck V8. La apuesta fueron 24 horas en Indianápolis, por unas decenas de miles de dólares. El enfrentamiento salió en la prensa de todo el mundo, y acabó con la victoria del H6C.

«Las victorias crearon una nueva serie de coches, denominados Boulogne»

En la década de los 30 aparecieron nuevos modelos, casi todos con motores de 6 cilindros en línea, y muy ligeros. La excepción fue el J12, el sucesor de la serie H6. El J12 era un V12 9.5 L y 220CV con una velocidad punta inédita para esos tiempos, 170 km/h.

Este período también supuso la entrada en un tiempo complicado. Primero, la entrada en la Segunda República Española, con el que se perdió uno de los principales patrocinadores, Alfonso XIII. Segundo, por la muerte de Damián Mateu, principal inversor de Hispano Suiza. Y por último, en 1936 comenzó la Guerra Civil Española, que finalmente paró la compañía. El comercio interior era inexistente, y en 1946, el gobierno franquista, solo pensaba en fabricar camiones. Consiguió que Hispano Suiza fuera vendida al Instituto Nacional de Industria a base de amenazas, bloqueando el paso de maquinaria y de materias primas. Una vez conseguido el objetivo del gobierno, ENASA cogió todas las fábricas y comenzó a fabricar camiones y automóviles bajo PEGASO.

Finalmente Hispano Suiza parece estar de vuelta

Tras cuatro generaciones, la marca española tiene intención de volver a la fabricación de coches. Tampoco es la primera aparición en un Salón del Automóvil. Miguel Suqué bisnieto del fundador comenta, “En 1900, cuando Hispano Suiza empezó, se fabricó el primer automóvil eléctrico en el mundo. Tras 119 años, en marzo de 2019, en Hispano Suiza tendremos nuestro primer automóvil 100% eléctrico de altas prestaciones. Será fabricado en Barcelona, cumpliendo también el sueño de mi bisabuelo”.

El modelo es un superdeportivo eléctrico que ronda los 1.000 Cv de potencia y con una autonomía de unos 300Km. Seguramente a nivel de diseño recuerde a los Hispano Suiza de antes, elegantes y muy refinados. El precio es de 1,7 millones de dólares y tendrá un número limitado de unidades. El modelo se llamará Carmen, como la madre de Miguel Suqué Mateu.

El posible modelo está siendo guardado con mucho secreto y no sabemos si saldrá a la venta realmente. Lo que sí es cierto, es que no hay imágenes espía. Tampoco fotos que comprueben que el posible prototipo ha sido realmente probado y funciona. Cinco años sin actividad son los necesarios para que una marca de automóviles pierda el derecho como marca. Ojalá salga a producción, pero quizás sea otro amaño con el que seguir manteniendo la marca bajo el grupo Peralada. Es una forma de demostrar que siguen trabajando en Hispano Suiza para no perder el nombre de la marca. El grupo Peralada tiene un gran capital, así que no es de extrañar, que solo sea un despilfarro de dinero mientras piensan qué hacer con la marca.

Sobre El Autor

Redactor

Graduado superior en automoción y futuro ingeniero en alguna reencarnación. Amante de los deportivos y de los motores atmosféricos, me gustan más la revoluciones que al tonto de clase tirar tizas.

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