Prueba Volkswagen Golf GTI 2017: El rey del segmento, mejorado

Los deportivos compactos son un tipo de coche que me atraen bastante. Son capaces de ser lo suficiente versátiles para el día a día, cómodos para realizar viajes largos, y divertidos en carreteras reviradas o circuitos. El Volkswagen Golf GTI es el rey de este segmento. Nacido en 1974, después de 43 años ha recibido la renovación de su séptima generación.

En esta nueva y actualizada versión son pocos los cambios que se pueden ver a simple vista, excluyendo la pantalla digital del cuadro de instrumentación. Los chicos de Volkswagen siguen la premisa de ingeniería, «si algo funciona, no lo toques«. 

El interior apenas recibe cambios

Una de las principales renovaciones, y probablemente la causante de esta actualización del Golf, es el Digital Cockpit. La pantalla digital, heredada del Virtual Cockpit de Audi, muestra toda la información necesaria para el conductor de forma ordenada e intuitiva. Una vez que nos hagamos a ella, no hará falta mirar a la pantalla táctil de la consola central, creedme. Hablaremos más tarde acerca de ella.

El interior del Golf GTI, como os decía, varía poco -o nada- en cuanto a diseño y medidas. El espacio interior es bueno, y cuatro personas podrán realizar trayectos largos cómodamente. El salpicadero, a pesar de estar realizado en plástico, está bien ajustado y no se echa en falta ni una pizca de calidad. Un buen trabajo de Volkswagen sin duda.

Si bajamos por la consola central, nos encontraremos una pantalla táctil de 8 pulgadas con reconocimiento de movimiento, por así decirlo. El panel se activará y mostrará distintas funciones al paso de nuestra mano. Una de las más usadas es la de avanzar o retroceder de canción, que podremos ejecutar desplazando nuestra mano de derecha a izquierda, según la función que queramos. Sin duda, es una gran solución para no apartar la vista de la carretera.

Una de las señas de identidad del Golf GTI, además del tapizado Clark, es su pomo con forma de pelota de golf. La firma de Wolfsburgo sigue apostando por las tradiciones, y esta renovación continúa incorporando este peculiar diseño a su palanca de caja de cambios.

Nuevas ópticas y parachoques

Si contaba que el interior apenas ha sufrido una renovación drástica, a parte del Digital Cockpit, el exterior ofrece todavía menos cambios. El restyling del Golf GTI de séptima generación incorpora nuevas ópticas LED en la parte delantera, que sirven a su vez como intermitentes. La parte trasera también añade un nuevo diseño en los pilotos, los cuales ahora cuentan con un toque más moderno y actualizado.

En la parte frontal, encontramos un nuevo diseño del parachoques delantero, el cual sigue la tradición e incorpora el ribete en rojo y cromado, y la insignia de GTI. En la parte baja del frontal también encontramos unas rediseñadas toma de aire que sirven para la refrigeración de los frenos. La zaga continúa montando el sistema de escape doble y afila aún más la silueta del compacto alemán.

En definitiva, los cambios no son drásticos y, tanto en el interior como en el exterior, sirven para modernizar y afilar el aspecto deportivo del Golf GTI. El restyling da que pensar que ha sido más una excusa para incorporar el nuevo sistema Digital Cockpit, que para actualizar un modelo que ya de por sí estaba bastante completo. Aún así, bienvenidos sean los cambios a mejor.

Motor ligeramente más potente

Otro de los principales cambios con respecto a la versión pre-restyling del Golf GTI es un aumento en la potencia de su motor. Ahora, el 2.0 TSI de Volkswagen es capaz de desarrollar 230 caballos, 10 caballos más, en la versión GTI «estándar», la que probamos, mientras que ofrece 245 caballos, 15 más, en la versión GTI Performance.

El GTI que probamos, el de 230 CV, es capaz de acelerar de 0 a 100 en 6,2 segundos y de alcanzar velocidades en torno a 250 kilómetros por hora. Sin duda, uno de sus puntos fuertes es la entrada del turbo, a unas 1.500 rpm. A las 3.000 vueltas, el GTI es un coche distinto, suena más grave y gracias a su par motor, de 350 Nm estable desde 1.500 hasta 4.600 rpm, empujará bastante fuerte sin signos de vagueza.

Diversión sin límites en carreteras reviradas

Sin duda una de las mejores partes de las pruebas es la de probar la dinámica del vehículo. Los que me conocen saben lo mucho que me gustan los GTI, y probar esta nueva generación era obligatorio. El compacto alemán me ha dejado un muy bien sabor de boca, con un comportamiento bastante bueno y sin preocupantes síntomas de subviraje, algo típico en coches que montan este tipo de tracción.

En autovía tiene una rodadura bastante cómoda, gracias en parte, a la suspensión adaptativa DCC instalada en el vehículo de pruebas. Este tipo de suspensión, nos permitirá elegir entre tres modos diferentes: Comfort, Normal y Sport, con una configuración individual que nos permitirá seleccionar nuestro propio ajuste tanto de dirección, motor o suspensión.

En resumen, Volkswagen ha conseguido un vehículo muy rápido en rectas, con un fuerte empuje gracias a su propulsor 2.0 TSI. En curvas, gracias a la suspensión DCC y al diferencial electrónico XDS, se comportará de manera noble, sin realizar ningún movimiento raro. El GTI Performance incorpora diferencial mecánico y frenos más anchos, pero por 2.000 euros más no creemos que sea necesario para alguien que lo vaya a utilizar como coche de diario.

Consumos

Los motores turboalimentados, además de aumentar la eficiencia del motor, de hacerlo más potente y de aportar una sensación de nerviosismo que, personalmente, me encanta, hacen que los vehículos consuman menos combustible. Estos son los datos de consumo obtenidos con el Golf GTI de 230 caballos.

Especificaciones del Volkswagen Golf GTI 2017