Hoy es el turno del remake de la XT500, lanzada allá por el 75. He de decir que Yamaha ha sabido guardar la estética de la auténtica, y la ha mejorado actualizándola a los tiempos que corren. La XSR700 Tribute sigue siendo una moto con estilo, con un motor que responde en bajas y un peso liviano que la hace divertida.

La Yamaha XT500 de 1980. Foto extraída de Nippon-classic.de

Lo primero que sorprende al subirse a la XSR700 es que a pesar de la altura de su asiento de 835mm que puede considerarse casi una altura de moto trail, se alcanza muy bien el suelo. De esto tiene culpa el asiento, ya que aunque en apariencia es muy gordito, es a la par muy mullido y hace que el piloto, además de bajar unos centímetros, conduzca super cómodo. Por ejemplo comparada con la XSR900, que tiene una altura de asiento similar, la diferencia es notable puesto que el de la 900 es muchísimo más duro que el de la 700.

Apta para desplazamientos diarios

En ciudad, el manillar ancho facilita el manejo en parado, aunque podría dificultar sortear algunos vehículos. Me explico: el manillar de la moto tiene una altura superior a la de los coches, pero en casos como cuando queramos pasar entre dos furgones de reparto, debemos andar con cuidado porque podemos golpearlos, con lo ancho que es. Así es que en ocasiones es un pro, y en otras cuando tenemos dificultades para no quedarnos atascados, un contra.

El cuadro, que muestra bien la información con cualquier tipo de luz, esta situado al lado derecho, igual que en su hermana mayor. Este es un detalle que me descolocó un poco, por ser una persona con un poco de toc en cuanto a simetrías. La antigua XT500 tenía dos esferas si no me equivoco y hubiese sido un detalle precioso. Otro detalle hubiese sido colocar los botones para navegar entre los diferentes indicadores que nos ofrece el cuadro a la izquierda. Como no contamos con botones en las piñas, hay que soltar la mano para alcanzarlos y estos se encuentran a la derecha, por lo que en carretera dificulta un poco la tarea.

Las suspensiones son bastante neutras, puede llegar a molestarnos algún bache pero en general son cómodas. La pinza delantera de dos pistones trabaja bien, y aunque el ABS entra tarde la frenada es decente.

El archiconocido CP2

Al encender el CP2 de la XSR700, destaca el sonido que arroja el escape Akrapovic. Es un sonido sin decibelios, como ya no nos dejan las normativas vigentes, pero que si despeina al que este situado detrás y sigue haciendo alguna que otra palomita si agudizamos un poco el oido.

Del motor, poco tengo que decir que no se conozca ya. El CP2, crossplane bicilíndrico en paralelo, lo monta la ya recurrente en las calles MT07, y la Teneré T7. Sabemos que tiene buena respuesta en bajas y un consumo muy lógico para cualquier uso, no en vano es un superventas. He obtenido un consumo medio de 4,6 litros, aunque he de mencionar que en ruta por puertos de montaña iba a un ritmo suave dado que me acompañaba un conductor novel.

Los 75cv y 68 Nm de este motor son suficientes para un uso diario y por regla general para ruta.

La XSR700 en offroad

Dado que mi experiencia fuera del asfalto se limita a ir a dos por hora por falta de experiencia, al llegar a un camino entre tierra fina mojada y gravilla, mi compañero Rubén que me acompañaba probando su hermana mayor, la XSR900, se ofreció a catar la pequeña:

Las ruedas mixtas y su naturaleza, nos hizo probar la capacidad fuera del asfalto que tenia la sucesora. La batalla hace que sea una moto nerviosa, dando la sensación que llevamos ruedas lisas, no teniendo demasiada información en el tren delantero. Definitivamente las ruedas mixtas son meramente estéticas para seguir con la apariencia scrambler, tampoco creo que fuese una opción el prepararla para offroad ya que se tienen otras opciones pensadas para ello.

Veredicto

La XSR700 es una moto cómoda y accesible a pilotos de todas las tallas gracias a su cómodo asiento y su ligereza. No hay electrónica salvo el ABS, pero creo que es un motor que no lo necesita. Puede llegar a ser algo brusca para algunos usuarios puesto que no cuenta con embrague antirrebote, pero nada que no solucione un golpe de gas al reducir.

Es una buena opción para usuarios que buscan una moto para ir a trabajar a diario, en desplazamientos interurbanos, y una montura divertida para curvear los fines de semana. Además, es una moto con una estética que junto al sonido del escape Akrapovic (que se ofrece como extra) adquiere su personalidad y le da el guiño al pasado.

Pros

  • Ágil y ligera
  • Asiento cómodo
  • Motor conocido y de poco consumo

Contras

  • Sin mucha actitud offroad

Sobre El Autor

Director y fundador

Soy un apasionado del motor desde muy pequeño, podría decirse que era el típico niño que solía ir recitando las marcas de los coches a sus padres. Me encantan todos los tipos de coches, en especial los super deportivos italianos, como los Lamborghini y los Ferrari.

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