Hace unas semanas publicamos la review de la XSR 700. Esta vez hemos pasado una semana con su hermana tricilindrica, la Yamaha XSR900. Te contamos todo sobre este modelo de la marca nipona.

Estilo bien definido

No hace falta más que ojear esta moto para darse cuenta del carácter que arroja, y es que se trata de un guiño de Yamaha a la gama XS de los años 70 y la filosofía «Faster Sons». En este caso nosotros optamos al modelo gris con detalles en el depósito de color rojo, con un precio de salida de 10.499€ sin descuentos.

No te dejes engañar, debajo de esta apariencia de café racer se encuentra una moto totalmente moderna en componentes.

Detalle del propulsor CP3, tricilíndrico de Yamaha.

Herencia de carácter deportivo

Partiendo de la base del chasis de la MT09, se ha realizado una moto que aparentemente puede dar a pensar que puede ser la típica moto neoclásica hecha para ir a la terraza con los amigos, estáis equivocados.

Una vez en marcha

Nada más montarnos y movernos por ciudad se nota que es una moto fácil de llevar, ágil. La postura de conducción es muy similar a la de una MT09, teniendo algún matiz que pueda llegar a diferenciarla dejando de lado lo estético.

Vista de los mandos de la XSR900

Hereda de la MT09 y de la tracer el motor tricilíndrico de Yamaha que, si hubiese que definirlo con una única palabra, diría «suavidad». Este propulsor de 3 cilindros, 115CV y 87,5 Nm de par, acompañado de el embrague anti rebote y el ABS hace que sea una moto muy cómoda para el día a día y sobre todo en ruta, donde podemos exprimir este motor en todo el régimen.

Sensaciones en ruta

Después de hacernos a las sensaciones de la moto y cómo respondía, decidimos probar qué tal iba en una ruta de puerto de montaña, como en la mayoría de los casos se optó por un típico puerto por la zona de Ávila.

Después de probarla bien en todos los modos de conducción puedo daros mi opinión acerca de el «set up» por el que yo optaría para esta moto.

En el modo de conducción A nos entrega toda la potencia de forma directa sin suavizar. Es donde tenemos más control sobre el gas aunque el tacto inicial puede ser algo peligroso cuando llevamos buena inclinación ya que no es dosificable y da «tirón».

La pantalla de la XSR900 se muestra correctamente aun con luz directa y refleja toda la información necesaria para el piloto.

En el modo STD (estándar), el tacto inicial del gas es mucho más suave, es el modo para usar a diario. No notas que tienes tanta potencia disponible como en el A, pero el tacto inicial del gas no es peligroso.

En el modo B, modo lluvia, todo se suaviza. Usaría el modo estándar para todo.

Sin embargo no todo va a ser correr. El tarado de las suspensiones ha cambiado con respecto a las primeras generaciones de la familia 09, es mucho más firme. Acompañado el conjunto las pinzas de anclaje radial monobloque hacen que la mordida sea muy dosificable pero contundente cuando se lo pedimos.

Conclusiones

Me ha parecido una moto bastante completa, para viajar tiradas largas puedes acabar un poco cansado por el hecho de ser una naked, remediándose algo comprando una de las cúpulas que ofrece el catalogo de accesorios de Yamaha.

Aun así, una moto ágil en ciudad que no se calienta casi nada y en ruta puede dar mucho que hablar.

¡Nos vemos de ruta!

Prueba Yamaha XSR900: Deportiva Retro
Diseño6
Comodidad7
Rendimiento7.5
Equipamiento6.5
Consumo8
Precio9
7.3Nota Final

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